...crónica de un instante eterno

Te abrazo, te miro,
Te aprieto contra mi cuerpo.
Quiero sentir tu piel, tu piel, tu piel
infinita no se acaba
Muevo mis manos, mis dedos
recorren kilómetros, distancias
sin cansarse.
Noto tu cuerpo, tus manos, tu vello
y aun más quiero apretujarte.
Se entrelazan piernas, brazos,
lenguas y miradas.
No puedo ni pestañear,
estoy hipnotizada
Miro tu frente, tus mejillas, tu barba.
El sudor recorre sin parar
formando cascadas.
Un desenfreno salvaje
hace que monte a caballo.
Cojo las riendas, tus brazos,
y paseo mis nalgas, mi sexo, por tu espalda
Busca sedienta mi lengua
tus labios.
Viene a buscarme la tuya
entre bruscos paisajes.
Se encuentran y juegan
a juegos salvajes.
Se va corriendo la mía
a esconderse en su regazo,
para volver a encontrarte
apasionado, gritando.
Y entonces me encuentro
por arte de embrujo
boca abajo.
Y tu encima. Todo un abrazo.
Siento tu cuerpo, tu fuerza, tu peso, tu agrado.
Tiras de mis brazos,
extenúas mi aliento,
Tu boca recorre mi espalda, mi hombro
mi nuca, mi alma.
Noto que lloro, mi volcán, tu lluvia plateada.
Erupciones de lava.
Mi cuerpo se quema, se hiela,
una encrucijada.
Buscas mi ojos,
me consuelas con la mirada.
Esto es el cielo, mi vida.
Mi morada.
Y así recogidos
saboreamos nuestras bocas sudadas.
La magia del encuentro
va librando otra batalla.
Eres tu, eres yo.
Soy yo, soy tu.
Donde estamos.
Fusiones de cuerpos y de almas.
Son mis pechos los que ahora
te lanzan besos,
granadas.
Vas recorriendo con tus labios, tu lengua,
mi estómago, mi vientre
mi sexo, mi pequeño pene,
me tienes atrapada. Mis piernas
están encarceladas.
Tu lengua no reposa
ha levantado mi espada.
Ya no puedo, ya no aguanto,
este encierro me esta matando.
Impasible, con tu fuerza
tu empeño, tu deseo, tu sudor
arrancas de mi cuerpo un grito, una pasión.
Esos instantes, eternidades,
Somos la tierra, los mares, los aires.
Volcanes, maremotos, huracanes.
No hay tiempo, no hay espacio.
Recolocamos nuestros cuerpos,
vuelve el abrazo.
Se cierra el telón.
Puede que un minuto, un segundo
sabanas, almohadas, colchas y colchones
estarán donde estaban.
Nos miramos, recogiéndonos
pensamientos en forma de besos.
Y como tectónicas placas
siempre en movimiento.
Se abre el telón, se abre el telón.
Cuanto te quiero.
Nosotros reposamos,
nuestros dedos no descansan.
Encontramos estaciones,
el tren se para.
Y sin destino
recorremos tierras labradas.
Y tu te dejas, te abandonas,
te relajas.
Y ahora tu fragancia
tu deseo, me llaman.
Sudor y sudor
Son las lágrimas del cuerpo
Acaricio tu sexo.
Mi boca, mi lengua,
mis manos
quieren llenarte de pan y de vino.
Es entonces
que en el aire flotan gemidos,
alaridos, sorpresas, vuelos de gaviotas.
Una fiesta, con confetis de colores,
surge de tus entrañas.
Espasmos, montañas rusas, tíos vivos.
Es tu cuerpo vibrando.
Cuerdas de violines
lanzando ritmos,
melodías de primitivos hombres.
Voy a tu encuentro.
Donde estas, donde has ido.
Yo soy tu cielo.
En medio de nubes que flotan
arco iris nos transporta.
Somos gigantes, somos enanos
Somos pequeños, somos grandes
Y nos preguntamos cual es la magia,
cual es el hechizo.